lunes, 26 de octubre de 2015

CTM. Ud. 2 LA HUMANIDAD Y EL MEDIO AMBIENTE.

TEMA 2.- LA HUMANIDAD Y EL MEDIO AMBIENTE.

1.- INTRODUCCIÓN.
            El avance tecnológico aumenta la producción y el consumo de bienes que, a su vez, imponen la utilización de una mayor cantidad de recursos naturales y el desarrollo de nuevas tecnologías.
            Este bucle de retroalimentación positiva ha permitido a la Humanidad pasar de sobrevivir con lo que el entorno le ofrecía a sobreexplotar los recursos naturales hasta el punto de ponerlos en peligro de agotamiento y originar graves impactos sobre el medio.

            La tecnología puede ser empleada en beneficio del medio ambiente, pues las mejoras tecnológicas contribuyen a que los sistemas de producción sean más eficientes.

2.- RECURSOS NATURALES E IMPACTOS AMBIENTALES.
2.1.- Definición de recurso natural.
            Un recurso natural es “todo aquello que la Humanidad obtiene de la Naturaleza para satisfacer sus necesidades físicas básicas y otras necesidades fruto de sus apetencias o deseos”.
            Hay que saber diferenciar entre recurso y reserva:
Recurso: cantidad total que hay en la Tierra de uno determinado,
Reserva: cantidad total de un recurso cuya explotación es económicamente rentable.
            Los recursos naturales se dividen en:
Ø  No renovables: son recursos que existen en cantidades fijas sobre la corteza terrestre, ya que, al depender de los procesos geológicos, tardan en formarse largos períodos de tiempo (cientos de miles de años). Ej.- los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural) y recursos minerales (hierro, cobre, aluminio, uranio, etc.)
Ø  Renovables: se producen de forma continua en grandes cantidades, así que por más que se consuman, no se agotan. Ej.- energía solar, energía eólica, energía maremotriz, etc.
Ø  Potencialmente renovables: son recursos que, aunque se consuman, son repuestos por los procesos naturales en poco tiempo. Ej.- el aire limpio, el agua limpia y la biodiversidad (animales y plantas). Ojo, si estos recursos se emplean masivamente antes de que se regeneren, terminan por agotarse.

2.2.- Definición de impacto ambiental.
Por impacto ambiental se entiende “cualquier modificación tanto en la composición como en las condiciones del entorno causada por la acción del hombre, por la cual se transforma su estado natural y, generalmente, resulta dañada su calidad inicial.

2.3.- Causas del impacto ambiental.
Ø  Cambios en los usos del suelo. El suelo puede emplearse para agricultura, ganadería, industria, deforestación, urbanización, construcción de infraestructuras.
Ø  Contaminación. Emisión de sustancias a la atmósfera, vertidos a las aguas, residuos al suelo, ruidos, radiaciones, cambios térmicos, etc.
Ø  Cambios en la biodiversidad. Se han introducido muchas especies no autóctonas, hay mucho tráfico de especies ilegal, aparte de sobreexplotaciones de caza y pesca.
Ø  Sobreexplotación. Sobrepastoreo, extracción masiva de recursos naturales, caza y pesca excesivas.
Ø  Abandono de actividades humanas. Emigraciones a la ciudad à abandono de campos de cultivo, minas a medio explotar à abandonado sin rehabilitación.
2.4.- Tipos de impacto ambiental.
En función del sistema que se ve afectado por ellos, los impactos ambientales más frecuentes son:

En función de su extensión territorial, los impactos ambientales se clasifican en:
Ø  Locales. Son específicos, afectan a un área del territorio muy concreta. Ej.- la contaminación del aire en una ciudad, un vertido de residuos tóxicos en una zona concreta de un río, etc.
Ø  Regionales. Se extienden por amplias regiones y pueden afectar a varios países. Ej.- la contaminación grave de las aguas de todo el río, mareas negras, lluvia ácida.
Ø  Globales. Afectan a amplias zonas geográficas o incluso a la práctica totalidad del planeta. Ej.- pérdida de biodiversidad, disminución de la capa de ozono, aumento del efecto invernadero, el cambio climático, la escasez de agua, etc.

3.- HISTORIA DE LAS RELACIONES DE LA HUMANIDAD CON LA NATURALEZA.
            La relación entre la Humanidad y la Naturaleza tiene 3 fases diferenciadas:
3.1.- Sociedad cazadora y recolectora.
            Durante el Paleolítico (hace unos 50.000 años), el hombre se adaptó al entorno sin modificarlo ni dañarlo. Si se agotaban los recursos vegetales o animales que consumían, el hombre moría o se mudaba a otro sitio. El nº de personas de la población estaba determinado por la capacidad de carga del lugar donde habitaban.
            Las entradas por consumo de materia y energía a este sistema dependían de lo que había en el entorno, por lo que los impactos eran mínimos. El hombre aquí constituía un subsistema dentro del sistema natural. El sistema energético que mantenía a esta sociedad cazadora-recolectora era el alimento consumido (E. endosomática, interna o metabólica) de origen solar, aunque también empleaba alguna fuente de energía exosomática o externa, como era el fuego.
3.2.- Sociedad agrícola y ganadera.
            Esta etapa comenzó en el Neolítico (hace unos 10.000 años), y aquí el hombre ya no dependía totalmente de la Naturaleza para obtener alimentos, sino que pasa a ser un sistema independiente del sistema natural; es importador de materia y energía (entradas) y exportador de calor y desechos (salidas).
            El consumo de energía cada vez era mayor (consumían leña, hacían trabajar a los animales, empleaban energía eólica e hidráulica para mover molinos y barcos de vela, sistemas de riego, etc.), pero siempre eran energías renovables procedentes del Sol.
            Además, la energía saliente nunca podía superar, sólo igualar, a la energía entrante. Eso significa que el sistema energético podía alcanzar el equilibrio dinámico.
            Las mejoras tecnológicas hicieron posible la fundición de metales para fabricar herramientas, lo cual supuso una mayor eficacia en las tareas agrícolas y un mejor mantenimiento de la población. Como sobran alimentos, la población puede dedicarse a otros cometidos, como construir ciudades y vías de comunicación (carreteras, puentes, acueductos). La evolución tecnológica acaba implicando un deterioro del medio ambiente: se talaron bosques para conseguir terreno agrícola, con lo que el suelo ya no es capaz de retener agua, y el clima se vuelve más seco. Esto provoca la erosión y el arrastre de las tierras hacia las costas, con el consiguiente retroceso del mar.

            La población creció mucho en esta época, alcanzando la capacidad de carga y manteniéndose a ese nivel gracias a bucles de retroalimentación negativos como la peste, guerras o emigraciones masivas, etc.
3.3.- Sociedad industrializada.

            En ella comienza el derroche, pues se piensa que los recursos son ilimitados. Como se trabaja en las fábricas, los recursos renovables no son suficientes para cubrir la creciente demanda de energía. Por ello comienzan a utilizarse combustibles fósiles (por ej.- el carbón para la máquina de vapor, que en el s. XX es sustituido por el petróleo).
            Por tanto, el sistema energético que mantiene a la sociedad deja de ser estacionario, porque las salidas son mucho mayores que las entradas. Las energías renovables no cubren esa demanda, pues no se pueden gastar más rápido de lo que se generan, cosa que sí sucede con los combustibles fósiles, de los que, en principio, se dispone de enormes reservas y sólo suponen salidas de energía. Lo malo es que tardan de miles a millones de años en regenerarse.
            La Agricultura se mecaniza, fomentándose los monocultivos de muchas hectáreas donde se trabaja con maquinaria, semillas seleccionadas, plaguicidas, herbicidas, fertilizantes, agua de riego, etc. Todo ello conduce a la deforestación, a la pérdida de agua por falta de infiltración y a la contaminación.
            Pero como mejoran los sistemas sanitarios y las condiciones de la vida, la población humana aumenta vertiginosamente, acercándose a la capacidad de carga de la Tierra.

4.- FUNCIONES ECONÓMICAS DE LOS SISTEMAS NATURALES. LA CRISIS AMBIENTAL.
4.1.- El Sistema Ecológico.
            Todos los recursos naturales empleados para el funcionamiento del sistema económico que nos mantiene dependen del sistema ecológico, que está formado por la energía solar + el capital terrestre (aire, agua, suelo, plantas, animales, energía, minerales). También dependen del sistema ecológico el reciclaje, la purificación de aguas contaminadas, la reducción de la polución del aire y la reducción de otros impactos ambientales que causan los procesos industriales que realiza el sistema económico.
            Por tanto, el sistema económico está sometido a limitaciones impuestas por el sistema ecológico, tanto por las entradas, que dependen de los recursos planetarios, como por las salidas,  que dependen de la capacidad de reciclado de residuos que tengan los sumideros del planeta (aire, agua, suelo).
            Cualquier sistema económico que no tenga en cuenta dichas limitaciones y se centre en continuar la sobreexplotación del medio natural puede poner en peligro al sistema ecológico que lo sustenta y, como consecuencia, puede llegar a convertirse en una seria amenaza para la supervivencia del propio sistema económico.

4.2.- ¿Qué es la crisis ambiental?
            Se denomina crisis ambiental al “conjunto de problemas ambientales provocados por el hecho de que todos los avances tecnológicos e industriales se desarrollan sin tener en cuenta los sistemas naturales”. Esto ha llegado a tal límite que se habla de crisis.
            Los problemas ambientales son:
ü  Crecimiento exponencial de la población y concentración de la misma en grandes núcleos urbanos.
ü  Consumo acelerado de recursos que amenaza con superar la capacidad del sistema ecológico para generarlos.
ü  Contaminación del aire de las ciudades.
ü  Aumento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera con los problemas que conlleva à à à cambio climático.
ü  Incremento en la generación de residuos por persona.
ü  Deterioro generalizado por contaminación de recursos renovables (bosques, agua, aire, etc.)
ü  Aumento del estrés hídrico (déficit de recursos hídricos para abastecimiento humano) en todo el planeta.
ü  Degradación de suelos por actividades agrícolas inadecuadas y sobrepastoreo.
ü  Destrucción de suelos por tala indiscriminada de bosques.
ü  Extinción de especies animales y vegetales (pérdida de biodiversidad).
ü  Agotamiento de los recursos pesqueros por sobreexplotación.
ü  Aumento de las diferencias entre los países desarrollados y los subdesarrollados, con el consiguiente aumento de la pobreza, la inmigración, la marginalidad y la deuda externa.
ü  Agravamiento de los riesgos naturales con aumento del nº de muertos y damnificados debido a la ocupación masiva de áreas “potencialmente peligrosas”.

5.- ALTERNATIVAS ANTE LA PROBLEMÁTICA AMBIENTAL.
            Existen tres tipos de posturas políticas frente a la crisis ambiental:
a) Explotación incontrolada. Importa más el desarrollo económico que la preservación del medio natural.
b) Conservacionismo a ultranza. Prima la preservación del medio natural frente al desarrollo económico.
c) Desarrollo sostenible. Busca el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del medio natural.
5.1.- La explotación incontrolada.
            Se basa en la generación de riqueza y bienes de consumo que promuevan el crecimiento o desarrollo económico sin tener en cuenta el deterioro del medio natural, sin pensar en el sistema ecológico.
            Este sistema de explotación incontrolada supone el empleo de recursos de forma ilimitada, sin pensar que hay muchos que no son renovables y se pueden agotar, o que su extracción provoca graves impactos ambientales porque sus reservas cada vez son de más difícil acceso. En este sistema económico se producen muchos residuos, y esto, sumado a los impactos ambientales generados, origina unos costes ocultos bastante altos.
            Los costes ocultos son gastos ambientales que no suelen contabilizarse en el precio de los productos pero que sin embargo provocan efectos nocivos en el medio ambiente, la sociedad o la salud. Ej.- energía consumida durante la extracción, procesado y transporte de los recursos, la contaminación generada durante su combustión y los impactos ambientales derivados de su explotación.

5.2.- El conservacionismo a ultranza.
            Hace varias décadas que el mundo comenzó a darse cuenta del grave deterioro que sufría el medio ambiente a costa del progreso económico, y para solucionar esos problemas se convocó la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Estocolmo, en 1972. En ella se puso de manifiesto que la única manera eficaz de abordar los problemas ambientales era hacerlo de forma global, es decir, implicando a todos los países.
            A los países ricos o desarrollados les preocupaba la contaminación debida a su industrialización y habían empezado a valorar que el ambiente natural favorece la salud. En cambio, a los países pobres o en vías de desarrollo les interesaba desarrollarse económicamente para erradicar la pobreza y paliar su cada vez mayor deuda externa.
            Los países industrializados defendían el conservacionismo a ultranza, cuyos objetivos eran: detener el avance económico evitando daños al medio natural, proteger el medio ambiente tomando acciones restrictivas, evitar la superpoblación y ralentizar el agotamiento de los recursos. Estas medidas no interesaron en absoluto a los países pobres, que luchaban por conseguir los recursos básicos con los que mantener a su población.
            Hoy día, el conservacionismo a ultranza no convence a casi nadie.

5.3.- El desarrollo sostenible.
            Este modelo propone una solución viable al problema de la crisis ambiental. Trata de adoptar nuevos modos de vida y un nuevo estilo económico que respete el medio natural y evite el deterioro del sistema ecológico que nos mantiene, de forma que sea posible la obtención continuada de recursos naturales.
            El desarrollo sostenible o sostenibilidad se definió como “la actividad económica que satisface las necesidades de la generación presente sin afectar la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”. Actualmente la sostenibilidad se ha de lograr a tres niveles:
ü  Sostenibilidad económica. Implica el crecimiento industrial y agrícola, la remuneración del empleo, satisfacer las necesidades de los hogares, etc.
ü  Sostenibilidad ecológica. Implica aire y agua limpios, preservación del suelo, conservación de recursos naturales, de la integridad de los ecosistemas y de la biodiversidad.
ü  Sostenibilidad social. Implica la equidad laboral, el trato digno a los empleados, preservación de las culturas y la salud de los seres humanos.

Una sociedad sostenible controla su crecimiento económico, la contaminación, la explotación de los recursos y el tamaño de su población para que no exceda la capacidad de carga marcada por la naturaleza para mantener a la población sin deteriorarla ni mermar las posibilidades de las futuras generaciones. (Cumbre de Río de Janeiro, 1992)
      El desarrollo sostenible se basa en mantener un sistema económico perdurable en el tiempo, en el que se mantenga la posibilidad de obtener indefinidamente los recursos naturales y en la capacidad del aire, del agua y del suelo para deshacerse de los residuos emitidos.
      Los principios para alcanzar el desarrollo sostenible son los siguientes:
1º. Principio de recolección sostenible. Para que el uso de un recurso potencialmente renovable sea sostenible, la tasa de consumo de dicho recurso ha de ser igual o inferior a su tasa de renovación (es decir, que en su consumo ha de respetarse su tasa de regeneración).
2º. Principio de vaciado sostenible. Para que la explotación de un recurso no renovable sea sostenible, su tasa de vaciado por consumo ha de ser igual o inferior a la tasa de creación de nuevos recursos renovables que puedan sustituirlos cuando se agoten. (Se habla de vaciado pues los recursos no renovables no se regeneran en tiempos breves).
3º. Principio de la emisión sostenible. La tasa de emisión de contaminantes ha de ser inferior a la capacidad de asimilación o reciclado natural de los mismos llevada a cabo por parte del entorno.
            Estos 3 primeros principios se denominan “Reglas de Daly”, pues habían sido enunciadas anteriormente por el entonces director del Banco Mundial, Herman Daly.    
4º. Principio de selección sostenible de tecnologías. Trata de favorecer el empleo de nuevas tecnologías más limpias y eficientes (que se aumente la cantidad aprovechable de cada unidad de recurso empleada). Además trata de sustituir recursos no renovables por otros que sí sean renovables.
5º. Principio de irreversibilidad cero. Se trata de reducir lo más posible los impactos ambientales que puedan originar daños irreversibles en el entorno. Ej.- que no se extinga una especie, que no se llegue a desertizar un terreno, etc.
6º. Principio de desarrollo equitativo.         Trata de garantizar el desarrollo de las futuras generaciones (principio de solidaridad intergeneracional) y de fomentar la solidaridad intrageneracional consiguiendo una mejor calidad de vida de todos los habitantes del planeta Tierra.


6.- ÍNDICES DE MEDIDA DE LA SOSTENIBILIDAD.
            Para lograr un desarrollo sostenible, es preciso valorar los daños ambientales derivados de las actividades humanas, así como adoptar las medidas adecuadas para arreglarlos. Lo primero que ha de hacerse es captar las señales indicativas del grado de deterioro del medio ambiente.
6.1.- Empleo de indicadores ambientales.
            Un indicador ambiental es una estimación que aporta información sobre el estado de un problema ambiental y que puede utilizarse para tomar decisiones sobre cómo solucionar dicho problema.
            Existen 3 tipos de indicadores ambientales:
Ø  Indicadores de presión (P). Reflejan la presión directa o indirecta que ejercen las actividades humanas sobre el medio ambiente.
Ø  Indicadores de estado (E). Describen los efectos derivados de la presión concreta sobre la calidad del medio. Nos dan la idea del impacto ambiental originado sobre el medio ambiente.
Ø  Indicadores de respuesta (R). Indican el esfuerzo político o social en materia medioambiental; sirven para marcar los objetivos y tomar decisiones sobre el estilo de explotación deseado (incontrolada o desarrollo sostenible) a partir de la información extraída observando la realidad.

6.2.- La huella ecológica.
            Es una forma sencilla y comprensible de evaluar si nuestro actual consumo de recursos es o no sostenible. El WWF (Fondo Mundial para la Vida Silvestre) define huella ecológica como una medida del impacto ambiental total generado por una determinada población humana sobre el medio ambiente.
Se expresa en hectáreas de área productiva necesaria para la producción de todos los recursos que se consumen, para asimilar todos los residuos generados y para que se desarrolle la vegetación que sería necesaria para absorber todo el CO2 emitido a la atmósfera como consecuencia de la quema de combustibles fósiles.
La huella ecológica se puede calcular de forma individual, para el conjunto de un país o para todos los habitantes de la Tierra. El valor medio a nivel mundial es de 2,3 hectáreas por habitante, y teniendo en cuenta que el valor medio de la capacidad ecológica de la Tierra es de 2,1 hectáreas por habitante, ya hemos traspasado la capacidad de carga.

7.- PREVENCIÓN Y CORRECCIÓN DE RIESGOS.
7.1.- Definición.
            Riesgo es toda condición, proceso o evento que puede causar daños personales, pérdidas económicas o daños al medio ambiente. Por tanto, se habla de riesgo cuando hay cierta probabilidad de que ocurra un suceso que cause esos daños.
            Se habla de catástrofe si, una vez ocurrido el evento, los efectos son muy notorios; de desastre si el grado de destrucción es tal que la población afectada precisa de ayuda externa; y de calamidad si el desastre se prolonga durante un tiempo.
            En muchas ocasiones, las catástrofes se producen debido al hacinamiento humano en zonas susceptibles de riesgo. Por ello, la prevención de riesgos se ha convertido en uno de los puntos prioritarios que deben considerarse dentro de la crisis ambiental.
            La ONU ha elaborado una Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres en la que insiste en la necesidad de anticiparse a alas catástrofes y de diseñar las estrategias adecuadas para enfrentarlas y evitarlas.       

7.2.- Tipos de riesgos.
ü  Riesgos tecnológicos o culturales. Se producen a consecuencia del funcionamiento normal de máquinas, del uso habitual de productos químicos (nitratos o pesticidas en aguas), a causa de fallos humanos (mareas negras, escapes radiactivos), o debido a modos de vida peligrosos (asaltos, drogas, alcohol, tabaco, conducción peligrosa, etc.)
ü  Riesgos naturales. Se deben a causas naturales y pueden ser:
o   Biológicos. Son las enfermedades causadas por microorganismos infecciosos, pólenes, animales, etc. Ej.- la peste, el cólera, el SIDA, plagas…
o   Químicos. Son resultantes de la acción de productos químicos peligrosos que contienen las comidas, el agua, el aire o el suelo.
o   Físicos: aquí se incluyen riesgos tales como radiaciones electromagnéticas, ruido, incendios y otros que se clasifican en:
§  Climáticos. Son los asociados a los fenómenos atmosféricos. Ej.- tornados, huracanes, gota fría, lluvias torrenciales, rayos, granizo, nevadas, ventiscas, sequías, olas de frío, olas de calor, etc.
§  Geológicos. Se deben a los procesos geológicos, pudiendo ser internos (volcanes y terremotos) y externos, que dependen del clima (movimientos de ladera, inundaciones, hundimientos del terreno).
§  Cósmicos. Proceden del espacio. Ej.- caída de meteoritos, variaciones en la radiación solar incidente.
ü  Riesgos mixtos. Se producen por la alteración o intensificación de los procesos geológicos naturales debido a la acción humana. Ej.- inundaciones provocadas por deforestación de bosques, no se filtra el agua y provoca un desastre. Propagación de la bacteria Legionella en conductos de refrigeración.

7.3.- Análisis y mitigación del riesgo.
            Los factores que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar un riesgo son tres:
ü  Peligrosidad (P). Indica la probabilidad de que ocurra un fenómeno cuya severidad lo hace potencialmente dañino en un lugar determinado y dentro de un intervalo de tiempo específico. La peligrosidad se valora desde tres puntos de vista:
o   La severidad. Sirve para valorar la magnitud prevista de un determinado evento catastrófico. Se valora en parámetros físicos, recurriendo a datos extraídos del registro histórico y clasificados en diferentes grados de peligrosidad:
§  Grado 0 = peligrosidad nula.
§  Grado 1 = peligrosidad baja.
§  Grado 2 = peligrosidad moderada.
§  Grado 3 = peligrosidad medio-alta.
§  Grado 4 = peligrosidad alta.
§  Grado 5 = peligrosidad catastrófica.
Otra forma de valorarlo es formulando dos hipótesis en función del grado de peligrosidad: hipótesis de riesgo máximo, en la que se registra la severidad alcanzada por el máximo suceso histórico ocurrido en la zona (un tsunami, lo peor que ha pasado nunca), e hipótesis de riesgo medio, que corresponde al suceso cuya severidad es la más frecuente en cuanto a su presentación (una zona que suele inundarse periódicamente).
o   El tiempo de retorno. Es la periodicidad con la que un riesgo se repite. Se determina recurriendo a datos tomados en el pasado. (1/100 = suceso que se repite una vez cada 100 años).
o   La distribución geográfica. Se trata de localizar y delimitar las zonas históricamente castigadas por un determinado fenómeno y señalar su extensión territorial.
ü  Vulnerabilidad (V). Expresa el grado de daño en tanto por uno de pérdidas (víctimas mortales, pérdidas económicas o ecológicas) respecto al total expuesto a un determinado evento. Se expresa en forma de probabilidad que varía desde 1 (pérdida total) y 0 (ausencia de daño). Mide la susceptibilidad ante los daños y la disponibilidad de medios para evitarlos.
La riqueza, la tecnología, la educación y la información disminuyen la vulnerabilidad, por lo que los países pobres son mucho más vulnerables que los ricos frente a catástrofes naturales.
ü  Exposición o “valor” (E).  Representa el total de personas o bienes expuestos a un determinado riesgo, y puede ser de tipo social, económico o ecológico. Al aumentar la exposición, se incrementan más los daños que por la peligrosidad del evento.

7.4.- Valoración del riesgo.
            Se considera riesgo (R) al producto de la probabilidad de ocurrencia o peligrosidad (P) de un desastre, por la vulnerabilidad (V) en tanto por uno, y por la exposición (E) en número total de víctimas o daños económicos potenciales (por evento o año).
                                               R = P · V · E
            Por tanto, para que exista riesgo tienen que concurrir los tres factores, pues si uno de ellos fuera 0, el riesgo sería nulo. Ej.- en una zona que posee un índice elevado de peligrosidad sísmica (terremotos de elevada frecuencia y magnitud) pero que está deshabitada (baja exposición), el riesgo será muy bajo o nulo. Si la citada zona está muy poblada (elevada exposición) pero posee construcciones antisísmicas adecuadas (baja vulnerabilidad), el riesgo sísmico será inferior al de otra zona que no goce de estas medidas preventivas (alta vulnerabilidad). Ojo, la vulnerabilidad prima sobre la peligrosidad (Japón alta peligrosidad sísmica pero están muy preparados, por tanto baja vulnerabilidad y no provoca tantos muertos como por ejemplo en Tailandia, menos peligrosidad pero alta vuln.)
            El riesgo se puede evaluar en función de dos tipos de parámetros:
ü  Cuantitativos. En función del nº de personas heridas o muertas o en función de las pérdidas económicas.
ü  Cualitativos. En función de la severidad de los daños económicos, sociales o ecológicos originados, el riesgo se puede valorar en grados (nulo, bajo, medio, alto, muy alto).

7.5.- Planificación de riesgos.
            Con la planificación de riesgos se elaboran medidas para actuar frente a todo tipo de riesgos. Tras analizar los factores y calcular el riesgo total, se trabaja en la predicción y prevención del riesgo.
7.5.1.- Predicción de riesgos.
            Para predecir (anunciar con anticipación) riesgos se realizan mapas de riesgo: representaciones cartográficas que suelen contener datos recogidos del registro histórico sobre eventos anteriores: grado de peligrosidad, distribución geográfica y tiempo de retorno. Con ellos se puede predecir dónde, cuándo y en qué grado se va a producir un determinado suceso.
            Estos mapas suelen colorearse según la severidad del suceso (5 grados: máximo, alto, moderado, bajo, nulo), de forma que cuanto más severo sea, más intenso será el color.

            También se pueden hacer mapas de riesgos dependiendo de la vulnerabilidad y la exposición, e incluso los hay que valoran los 3 factores de riesgo y se llaman mapas de riesgo total.
7.5.2.- Prevención de riesgos.
            Para prevenir (prepararse con anticipación) riesgos, hay que aplicar una serie de medidas adecuadas para mitigar los daños o eliminar los efectos originados por los riesgos.
            Estas medidas pueden ser estructurales y no estructurales.
a)     Medidas estructurales. Implican modificaciones de las estructuras geológicas o implantación de construcciones adecuadas. Con ellas se intenta reducir la peligrosidad, aunque rara vez se puede hacer (no podemos rebajar la magnitud de un terremoto ni la fuerza de un huracán, sí podemos evitar inundaciones construyendo canalizaciones a ambos lados del cauce, o construir muros de contención para reducir el desprendimiento de laderas). Son más efectivos reduciendo vulnerabilidad (pues se emplean construcciones adecuadas a cada tipo de riesgo, como construcciones antisísmicas en una zona con riesgo de terremotos) y exposición (puesto que se pueden establecer sistemas de vigilancia específicos para cada tipo de riesgo).
b)    Medidas no estructurales. No implican modificación de las estructuras geológicas ni levantamiento de construcciones adecuadas. Son las siguientes:
Ø  Ordenación del territorio. Son una serie de leyes que plantean restricciones en los usos del suelo, prohibiendo los asentamientos humanos en zonas de riesgo, reduciendo la exposición. A veces no se cumplen estas leyes.
Ø  Protección civil. Consiste en una serie de estrategias destinadas a reducir los daños y a reestablecer el orden público una vez producido el evento. Para ello cuenta con sistemas de protección civil: instalación de sistemas de vigilancia y control, sistemas de emergencia y alerta, planes de evacuación,
Ø  Educación para el riesgo. Trata de dar a la población información clara, precisa y objetiva de los problemas de cada tipo de riesgo, para así reducir la vulnerabilidad y mejorar las estrategias de prevención.
Ø  Establecimiento de seguros. En zonas sometidas a cierto riesgo se recomienda o se obliga a la población a tomar seguros que garanticen la restauración de daños. Difícil su aplicación en países subdesarrollados.
Ø  Análisis coste/beneficio. Comparar el coste económico que supondría aplicar las medidas de corrección del riesgo con el beneficio resultante, que sería la reducción del nº de víctimas o de pérdidas económicas.


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