CTM. Ud. 9. Estudio del clima
- EL CLIMA: CONCEPTO Y PARÁMETROS.
El clima es el conjunto de
fenómenos meteorológicos que caracterizan el estado medio de la atmósfera en
una región de la Tierra durante un largo período de tiempo.
No hay que confundir clima con
tiempo atmosférico. El tiempo atmosférico es la situación de temperatura, humedad, presión, nubosidad y
precipitación de un momento determinado en una determinada región de la
Tierra.
El clima se calcula a partir de los
valores medidos del tiempo atmosférico recogidos durante 20 – 30 años. Los climogramas son gráficas que representan los climas mediante la temperatura y las
precipitaciones con respecto al tiempo.
Para entender cómo se determinan los
climas hay que entender el origen de todos los factores que lo componen:
temperatura, humedad, presión, nubosidad y precipitaciones.
- Formación de nubes.
Las precipitaciones son la caída de
agua líquida o sólida sobre la superficie terrestre. Para que tengan lugar,
antes deben generarse nubes, las cuales se producen de diferentes maneras:
- Nubes de convección térmica.
Son la
consecuencia del ascenso de aire caliente. Se producen nubes de tipo cúmulo o cumulonimbos, de cima redondeada en forma de cúpula, con la base
casi horizontal, y bajas en altura.
En este
tipo de nubes, la base está mucho más caliente que la cúpula, por lo que las
gotas de agua se elevan y chocan, uniéndose. Cuando pesan mucho caen en forma
de precipitación, originando lo que se llama borrascas de convección.
- Nubes de convección orográfica.
Se
producen por el choque de aire cálido y húmedo contra una montaña, lo que
provoca su ascenso por ella hasta alcanzar su nivel de condensación; son nubes
con forma horizontal llamadas estratos,
y al enfriarse el agua que contienen originan precipitaciones por contacto con
la ladera (precipitación horizontal). Cuando la nube rebasa
la cima ha perdido casi toda el agua, tan sólo queda un poco, que se convierte
en vapor de agua a medida que desciende por el otro lado de la montaña; el
resultado es que en este otro lado no hay lluvias y la región es seca.
- Nubes de convección en los frentes.
Se
produce un frente al chocar dos masas de aire de diferente temperatura y
humedad, es decir, con un gran contraste térmico. Ambas masas no se mezclan,
sino que chocan, y en la zona de contacto entre ellas se libera una energía
(originada por la diferencia de Tª) en forma de lluvias o vientos. Los frentes
dan lugar a borrascas frontales o móviles.
Existen tres tipos de frentes:
fríos, cálidos y ocluidos.
a)
Frentes fríos. Se forman cuando una
masa de aire frío entra en contacto con una masa de aire cálido. La fría, más
densa, se introduce debajo de la cálida, obligándole a ascender, originando
nubes verticales o cumulonimbos y provocando intensos chubascos y tormentas.
b)
Frentes cálidos. Se forman cuando es
la masa de aire cálido la que se encuentra con una masa de aire frío. La masa
cálida asciende lentamente en este caso, desarrollando nubes horizontales o
estratos (nimbostratos y altostratos) que cubren el cielo de gris plomizo y
provocan lloviznas y nevadas. Por encima forman cirros, nubes indicadoras de
buen tiempo si no se mueven, y anunciadoras de frentes si se desplazan rápido.
c) Frentes ocluidos. Aparecen por
superposición de dos frentes: uno frío y otro cálido. Este último acaba
perdiendo el contacto con el suelo (oclusión), por lo que el frente frío lo
sustituye y ocupa toda la superficie. Se forman precipitaciones de ambos tipos.
- Tipos de precipitaciones: lluvias, nieve y
granizo.
- Lluvias.
Son
precipitaciones en forma líquida. Si son suaves se llaman lloviznas, como las originadas por altostratos. Si son lluvias persistentes, abarcan una gran superficie y son producidas por
nimbostratos. Los chubascos son
lluvias fuertes y poco duraderas procedentes de cumulonimbos.
Para
caracterizar las lluvias se emplean dos parámetros: intensidad y frecuencia.
Intensidad:
cantidad de lluvia caída por unidad de tiempo.
Frecuencia:
período de tiempo con el que se repiten las precipitaciones.
Las lluvias torrenciales son
precipitaciones superiores a los 200 l/m2 durante 24 horas. Son muy
peligrosas, pueden provocar inundaciones desastrosas.
Las tormentas son precipitaciones formadas a partir de un cumulonimbo,
el cual se puede originar por convección térmica, como resultado de un ascenso
orográfico, o por frentes fríos. Para que haya una tormenta debe haber una
intensa convección y fuertes corrientes térmicas ascendentes que induzcan
procesos de electrificación. Los rayos
son fuertes corrientes eléctricas de carga negativa; constituyen un gran
riesgo, son la causa de la muerte de muchas personas, animales, y de muchos
incendios forestales.
7.2.2.-
Nieve y granizo.
Cuando
los cristalitos de hielo de la cima de un cumulonimbo chocan con otros
cristales, se forman cristales hexagonales que constituyen la nieve.
Los cristales se unen para formar copos.
El granizo se forma en las
tormentas primaverales y veraniegas cuando los cristales de hielo caen a la
zona intermedia de la nube y los envuelve la humedad. Si las corrientes
térmicas lo elevan de nuevo, se añade una capa más de hielo, haciendo que
aumente su diámetro. Cuando este proceso se repite varias veces, crece el
número de capas del cristal, con lo que aumenta su tamaño y cae.
Las
ventiscas se forman por combinación
de un viento superior a 50 km/h, nieve y Tªs de unos -7 ºC; son un riesgo
climático importante.
- CLASIFICACIONES DEL CLIMA.
Dada la variabilidad de los
fenómenos meteorológicos, la clasificación climática resulta muy compleja. Se
realiza en función de los factores que afectan al clima. De ellos, los más
importantes son la temperatura, la humedad, las precipitaciones y la
vegetación. Casi todos estos factores dependen de la radiación solar recibida,
y la distribución de ésta depende de la latitud. En definitiva, la latitud
controla los principales factores climáticos, y por tanto, los climas.
Se distinguen las siguientes zonas
climáticas según la latitud: polar, templada, tropical y ecuatorial o
intertropical. A su vez, estas zonas se han dividido en dominios climáticos, que
veremos a continuación.
- Zona polar. (60º-90º de latitud)
Caracterizada por temperaturas bajas
(0 ºC de media anual), altas presiones y precipitaciones débiles (< 250
mm/año). Dentro de ella existen varios dominios:
- Dominio glaciar. Precipitaciones en forma
de nieve, agua helada todo el año.
- Dominio periglaciar. En él existe deshielo
durante una parte del año.
- Zona templada. (40º-60º de latitud)
Sus temperaturas son medias,
variables alrededor de unos 10 ºC; la pluviosidad es abundante, unos 1000
mm/año; las presiones son bajas, y las estaciones marcadas. Los vientos que
soplan son occidentales. Los dominios de esta zona son:
§ Dominio marítimo. Invierno y veranos suaves y precipitaciones todo el año.
§ Dominio continental.
Estaciones con temperaturas más extremas y menos lluvias.
§ Dominio mediterráneo.
Verano seco.
8.3.- Zona tropical. (20º-40º de latitud)
Caracterizada por altas presiones y
precipitaciones escasas (250 mm/año). La temperatura varía mucho entre el día y
la noche.
- Dominio
desértico. Vegetación muy escasa o nula.
- Dominio
subdesértico. Con vegetación discontinua.
- Dominio
estepa. Vegetación continua.
8.4.- Zona ecuatorial. (0º-20º de latitud)
Se caracteriza por bajas presiones,
pluviosidad abundante (2000 mm/año) y temperaturas medias elevadas (25 ºC).
- Dominio
sabana. Vegetación no densa, presenta una
estación seca y otra lluviosa.
- Dominio
selva. No hay estación seca; la vegetación es muy densa.
- Dominio
monzónico. En
invierno soplan los vientos alisios continuamente, lo que se denomina “monzón de invierno”; es frío, seco
y sin lluvia. En verano, los alisios del hemisferio sur cruzan el ecuador
y debido a la fuerza de Coriolis se desvían, enviando un viento del SE
llamado “monzón de verano”, de
aire tropical, cálido y húmedo. Al chocar con el otro alisio continental seco,
origina abundantes lluvias.
- EL CLIMA DE NUESTRAS LATITUDES.
El clima en las zonas templadas del
hemisferio Norte viene determinado por las posiciones que ocupa el frente polar
y la corriente en chorro. Ambos hacen frontera entre el aire frío polar y el
cálido tropical.
Para entender mejor la situación de
estas masas de aire, lo podríamos comparar con unos gigantes de 12 km de altura
con los pies en el suelo y la cabeza en la tropopausa, que juegan al corro
alrededor de la Tierra y que giran de Oeste a Este, con el polo Norte a sus
espaldas. La corriente en chorro correspondería a sus cabezas, mientras que el
frente sería su cuerpo. A su espalda estaría el aire polar frío, y enfrente de
ellos el cálido viento del oeste.
- La corriente en chorro o “Jet stream”.
El chorro polar o “Jet
stream” es un velocísimo río de viento que rodea la Tierra describiendo
un círculo cerrado. Es una franja de cientos a miles de kilómetros de grosor,
situada a la altura de la tropopausa en las latitudes medias de ambos
hemisferios, y su sentido es de Oeste a Este. Su presencia se hace más patente
en el mes de febrero y principios de marzo. En la franja que lo confina, el
viento fluye en una banda semicontinua alrededor del globo con dirección
Oeste-Este y es producido por los contrastes en la temperatura del aire cuando
se mueve desde los polos (viento frío polar) hacia el ecuador; encontrándose
con el viento cálido ecuatorial que se dirige al polo. Se caracteriza por la
concentración de isotermas y por fuertes gradientes transversales de la
velocidad.
- Frente polar.
Está formado por una serie de
frentes cálidos, fríos y ocluidos que rodean a la Tierra como un frente único,
separando dos masas de aire de temperaturas distintas (fría al N y cálida al
S). En él convergen los vientos del levante y del oeste.
El clima de las latitudes medias
depende de la latitud que ocupen las borrascas subpolares y los anticiclones
subtropicales, lo que depende a su vez de la posición del chorro y del frente
polar.
El vórtice circumpolar es el
conjunto de borrascas ondulatorias que constituyen el frente polar y que hacen
frontera con el frente cálido subtropical. Según la latitud en la que se
encuentre tenemos las siguientes situaciones:
- En verano: índice zonal alto (hemisferio Norte).
Debido
a que la ZCIT, los anticiclones subtropicales (Azores) y las borrascas
subpolares se encuentran más cerca del polo Norte, desplazando el frente polar
y el chorro hacia el norte (60º), dejando llegar los vientos alisios cálidos.
- Resto del año: índice zonal bajo.
Situación
1.-
Los anticiclones subtropicales y las borrascas subpolares se desplazan hacia el
sur. Los westerlies soplan más hacia el sur, por lo que el frente polar y la
corriente en chorro descienden, pudiendo alcanzar 30º de latitud Norte en
invierno. En esas ocasiones, su giro no es muy circular, sino que serpentea,
produciendo unas ondulaciones hacia arriba y hacia abajo, denominadas ondas de Rossby. Las ondulaciones hacia
abajo dan lugar a borrascas; las que son hacia arriba, anticiclones.
Situación
2.-
Si la situación anterior se mantiene, los meandros se suelen ir dilatando más y
más hasta que se rompen. Entonces, las borrascas subpolares pasan al sur, donde
originan lluvias, y los anticiclones subtropicales pasan al norte llevando
calor.
- Anticiclones de bloqueo.
A veces, la dilatación permanece sin
que se rompan los meandros, y se originan los anticiclones de bloqueo, llamados
así porque permanecen inmóviles durante varios días, impidiendo la entrada de
las lluvias y causando intensas sequías en los lugares sobre los que se
asientan. Además desvían las borrascas hacia otras zonas donde provocan
precipitaciones torrenciales e inundaciones.
- El clima en España.
El clima en la Península Ibérica
está determinado por la posición geográfica del anticiclón de las Azores.
Durante el verano está más cerca el Polo Norte, y bloquea la entrada de
borrascas, desviándolas al Norte de Europa.
Las
lluvias de verano son de carácter tormentoso, originadas por nubes de
desarrollo vertical que se forman a partir de una convección térmica. En esta
época pueden llegar vientos procedentes del anticiclón subtropical situado
sobre el desierto del Sáhara; los vientos serán entonces secos y vendrán
cargados de polvo, lo que provocará calimas.
Durante el invierno, el anticiclón
de las Azores se desplaza hacia el hemisferio Sur, por lo que las borrascas del
Norte deberían entrar, pero nuestro país es un continente que se enfría mucho,
creando en el centro un anticiclón de bloqueo que no deja entrar los frentes,
dando lugar a grandes sequías, nieblas y heladas. Las lluvias se desvían hacia
el Cantábrico y el Norte de Europa. Las lluvias de invierno son de tipo
frontal, pero sólo llegan cuando los vientos del NE soplan muy fuertes e
introducen alguna borrasca ondulatoria.
Cuando hace un poco más de calor
(primavera y otoño), el anticiclón continental desaparece y entonces entran las
borrascas ondulatorias frontales.
- La gota fría.
Se
produce a finales del verano y principios del otoño. Su origen no tiene que ver
con los frentes. Se trata de una entrada de aire frío procedente de la
corriente en chorro (tropopausa) que se rompe y se cuela; como el aire es frío,
desciende, provocando una especie de socavón en la tropopausa al encontrarse de
repente rodeado de otra masa más cálida y menos densa; desciende en espiral
hasta alcanzar la superficie. A la vez se originará una borrasca por el ascenso
convectivo del aire caliente y húmedo, se formarán nubes de desarrollo
vertical, que darán lugar a fuertes aguaceros e incluso nevadas. La masa
ascendente tiene humedad, ya que el mar se enfría lentamente y la evaporación
en el Mediterráneo persiste.
- Tornados.
Son
una especie de columna giratoria de unos 50 metros más o menos de anchura que
se extiende desde el suelo hasta la base de un cumulonimbo. Se forma por un
remolino que resulta del calentamiento excesivo de la superficie terrestre. El
giro comienza cuando el viento en las zonas altas sopla con mayor intensidad y
en distinto sentido que en las capas bajas. Son muy peligrosos, se suelen dar
en las costas del sur y del este de la Península Ibérica.
- El clima en las bajas latitudes.
Las principales características de
las zonas más próximas al Ecuador son:
- Monzones.
Son
como brisas marinas en las que la alternancia de movimientos tierra-mar es cada
6 meses en lugar de diaria. En invierno en el hemisferio norte, la ZCIT está en
su posición más al sur; el frío hace que en Asia se instale un anticiclón
continental que expulsa viento frío y seco hacia el exterior. En verano se
deshace el anticiclón y la ZCIT asciende, situándose sobre Asia, lo que provoca
que el chorro y el frente polar se compriman contra el Polo. Entonces comienzan
las lluvias amazónicas en India y en el SE asiático, porque los vientos del
suroeste son húmedos, ya que proceden de un anticiclón situado sobre el océano
Índico.
- Tifones, huracanes o ciclones.
Significan lo mismo. Un huracán
es un grupo de tormentas muy próximas
entre sí que tienen un diámetro de unos 500 km más o menos, y que giran en espiral en torno a una parte central: el ojo del huracán, de unos 40 km de
ancho, que se encuentra en calma.
Los huracanes se originan en las
proximidades del Ecuador, donde la fuerte insolación calienta el agua del mar
hasta unos 27 ºC, originando una intensa evaporación y una fuerte convección de
forma que se generan nubes de desarrollo vertical de tormenta. El giro en
espiral es debido al efecto de Coriolis que aumenta a medida que se aleja del
ecuador. El giro en el hemisferio Norte es antihorario. Debajo del ojo del
huracán y como consecuencia del efecto de succión ejercido por las borrascas,
se puede producir la elevación del agua del mar, dando lugar a olas que pueden
llegar a la tierra e invadirla.
El movimiento de rotación asola a
todo lo que hay a su paso en su desplazamiento de este a oeste. Los huracanes
del hemisferio Norte se dirigen hacia el norte y el noreste. Los del hemisferio
sur se dirigen hacia el sur y el suroeste.
Los huracanes se debilitan al entrar
en contacto con la tierra. Los peligros se deben a la velocidad de rotación del
viento en torno al ojo, a las inundaciones y a las fuertes lluvias, que causan
cuantiosos daños materiales.
Antes se detectaban los huracanes
mediante aviones; hoy día se hace mediante satélites, existiendo complejos
sistemas de alerta a la población.
- LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS PASADOS.
- Cambios climáticos previos al Cuaternario.
Durante el Precámbrico y principios
del Paleozoico sólo existía un gran continente, llamado Pangea. Este continente
supondría un freno para las corrientes oceánicas, impidiendo que éstas
alcanzaran las latitudes medias y altas, por lo que éstas se mantendrían muy
frías. Esto se traduciría en glaciaciones, de las cuales destacaron la
precámbrica y la carbonífera.
Cuando Pangea se dividió en dos, las
corrientes oceánicas pudieron circular por medio de ambas, con lo que las
temperaturas del resto de Paleozoico fueron superiores a las actuales.
Durante el Pérmico se produjo una
desertización causada por influencia de un anticiclón de gran tamaño formado
sobre Pangea II. Dicha desertización se prolongó hasta el Triásico medio,
cuando Pangea comenzó de nuevo a fragmentarse.
Durante el Mesozoico y el Terciario
la temperatura se elevó aún más, sobre todo durante el Jurásico y el Cretácico,
cuando el clima se volvió tropical, muy favorable para el desarrollo de los
dinosaurios.
- Cambios climáticos durante el Cuaternario.
En esta Era, la situación de los
continentes no varía, por lo que el cambio climático no se debe a esta
situación. Se supone que los cambios se deben a los ciclos de Milankovitch,
relacionados con la posición del perihelio, inclinación del eje terrestre y excentricidad
de su órbita.
Durante
los últimos 800.000 años, la Tierra ha pasado por períodos glaciales de
unos 100.000 años de duración, separados por períodos interglaciares.
Existen muchos estudios que lo avalan. Entre ellos están:
a)
El tipo
de hielo que se forma en los glaciares durante la glaciación, que es
blanquecino por la presencia de pocas burbujas de CO2
atrapadas en él. El hielo que se forma en esos mismos glaciares en períodos
interglaciares contiene más cantidad de burbujas de CO2 atrapadas,
por lo que su tonalidad es azul.
b)
El estudio
palinológico, es decir, de los
pólenes encontrados en los sedimentos, que permiten interpretar el clima de la
época en que se depositaron.
- Cambios en las temperaturas durante el
pasado histórico.
La última glaciación terminó hace
10.000 años. A partir de ella las condiciones climáticas han sufrido
oscilaciones.
Se denomina óptimo climático al período de máximo calentamiento acaecido
durante el Holoceno (2º-3º C más que en la actualidad en nuestras latitudes).
Esto supuso:
- La retirada del hielo que cubría hasta el
centro de Europa.
- El avance de los bosques de Siberia y
Canadá.
- La elevación del nivel del mar.
- El ascenso de las borrascas ecuatoriales,
que se sitúan en altas latitudes, con lo que las lluvias monzónicas
afectaron a regiones del Sáhara y Egipto.
Tras
esta época cálida se produjo otra fría (4000- 2000 años) y otra cálida
(2000-1000 años). La época cálida culminó con la época de óptimo climático
medieval, en la que se produjo la fusión del Ártico, lo que permitió
exploraciones marinas como la de los vikingos, que recorren el Atlántico Norte,
llegan a Islandia y Groenlandia y a América del Norte.
Luego sobreviene un período de
enfriamiento o “pequeña edad de hielo”, que se produjo durante el 1900-1200
a.C.
Concretamente en el siglo XV hizo
mucho frío y sequía, lo que provocó grandes hambrunas al no haber cosechas,
causando la muerte de muchas personas por enfermedades como el cólera.
Posteriormente la temperatura se ha
ido suavizando hasta la actualidad.
Estas fluctuaciones de temperatura
son muy rápidas, por lo que no se pueden explicar por los ciclos de
Milankovitch. Parece ser que son debidas a manchas solares que surgen cada 80 –
180 años y que incrementan la cantidad de energía que emite el Sol.
- CAMBIOS CLIMÁTICOS PRESENTES Y FUTUROS.
Desde 1900 hasta hoy, la temperatura
media del clima de la Tierra sigue ascendiendo. El calentamiento climático es
un problema global (afecta a la totalidad del planeta) por lo que las
soluciones también deben ser globales.
Esta variación climática en parte
puede ser natural, pero también hay influencia humana. En el convenio de Río de
Janeiro de 1992 así se apuntó, y se concluyó que si los países siguen el modelo
de desarrollo incontrolado, las emisiones de gases de efecto invernadero se
dispararán, recomendándose el uso de energías limpias y renovables, y la
aplicación de políticas basadas en el desarrollo sostenible.
El CO2 ha pasado de estar
presente en la atmósfera en una concentración de 280 ppm a una concentración de
370 ppm en el año 2001.
Según un informe de los científicos
pertenecientes al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC),
existen evidencias del papel humano sobre el clima: la temperatura global ha
aumentado de 0,3 ºC a 0,6 ºC, y el nivel del mar ha subido 10-15 cm.
No sólo hay que achacar el cambio
climático al CO2, sino a otros gases de efecto invernadero potentes,
aunque menos concentrados en la atmósfera (CH4, NOx), los
HFC (hidrofluorocarbonados), los PFC (perfluorocarbonados) y los SF6
(hexafluoruro de azufre).
Se prevé que podrá ocurrir:
- Subida del nivel del mar.
- Disminución del albedo.
- Aumento de los icebergs.
- Descongelación del Ártico, además el agua
sería menos densa por contener menos sal, lo que originaría problemas en
la cinta transportadora y en las corrientes oceánicas.
- Desplazamiento de las zonas climáticas
hacia los polos.
- Aumento de la temperatura en la troposfera.
- Cambios en la distribución de las
precipitaciones con avance de los desiertos subtropicales (desertización).
- Reducción de la calidad del agua.
- Problemas de salud y enfermedad.
- Reactivación de enfermedades producidas por
mosquitos, etc., debido a la expansión de las zonas más calientes. Ej.-
reintroducción de la malaria en Europa.
En
el protocolo de Kioto se intenta poner un límite a las emisiones de gases de
efecto invernadero. A los países desarrollados se les impuso reducir una media
de 5,2% las emisiones de estos gases hasta el año 2012, con el fin de
estabilizar su concentración en la atmósfera, pero no se impone ningún límite a
los países pobres. Como era muy drástica, se empezó a pedir flexibilidad. Un
primer mecanismo se basa en la compra-venta de emisiones (un país puede comprar
a otro los derechos de las emisiones). Otro mecanismo se denomina “mecanismo de
desarrollo limpio”, e invita a los países desarrollados a invertir en proyectos
de desarrollo del sur, y otro consiste en incluir sumideros de CO2
(aumentar la emisión a cambio de plantar árboles).
En la Cumbre Mundial sobre Cambio
Climático (CMCC) de Buenos Aires, en 1998, se discutieron los detalles para
poder llevar a cabo los mecanismos de flexibilidad.
En la Cumbre de La Haya en 2000 no
se alcanzó ningún acuerdo por la negativa de EEUU a reducir sus emisiones de
gases de efecto invernadero.
En la Cumbre de Bonn en 2001, los
países europeos se comprometieron a contribuir al desarrollo limpio en el sur
mediante una subvención de 460 millones de euros antes de 2005. En la Cumbre de
Johannesburgo en 2002 todos los países ratificaron el protocolo de Kioto con la
única excepción de EEUU. La ratificación de Rusia es aún dudosa.
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